Carl Schmitt

 




Carl Schmitt nació el 11 de julio de 1888 en Plettenberg (Westfalia), a unos 70 km al este de Bonn. Era el segundo de los cinco hijos de una familia prusiana muy católica (tres de sus tíos eran sacerdotes) en un entorno protestante. Su padre estaba empleado en una compañía de seguros de enfermedad y pertenecía a Zentrum, una asociación católica que se oponía a Bismarck, quien durante el Kulturkampf, perseguía la separación del Imperio de la Iglesia. Su padre, por el que  Carl sentía una profunda veneración, impulsó con su trabajo y su dinero la construcción de una iglesia católica en un lugar donde sólo existía una iglesia protestante. 

El joven Carl cursó su enseñanza primaria en un internado para pasar después al Liceo de Attendorn. Completado el bachillerato, su padre quiere que Carl ingrese en un seminario, aunque el joven está interesado en la Filología. Uno de sus tíos convence a Carl para que se matricule en Derecho, lo que no era frecuente para un joven de clase más bien modesta. En 1907 se matricula en la Universidad de Berlín, ciudad incómoda para un joven provinciano. Tras dos semestres en la Universidad de Berlín, Carl cambia su matrícula a Munich, donde cursa un solo semestre, para incorporarse a la Universidad de Estrasburgo, perteneciente al Imperio Alemán en 1908. En 1910 Carl Schmitt presenta  su tesis doctoral sobre el castigo y la culpabilidad con el título Über Schuld und Schuldarten. En 1915 consigue su certificado de aptitud para la enseñanza universitaria con la tesis Der Wert des Staates und die Bedeutung des Einzelnen (“La importancia del Estado y el significado del Individuo”).

En 1916, Carl Schmitt es llamado a filas, que evita obteniendo una excedencia. Sin embargo, cambia de idea y se presenta poco después como voluntario en el Primer Regimiento de Infantería Bávara. Durante unos ejercicios de instrucción se hace daño en las vértebras, es calificado inútil para servir en el frente y transferido al Estado Mayor en Munich. Allí conoce a Pawla Dorotić, que se hacía pasar por condesa serbia, con quien se casa ese mismo año. En 1918, Schmitt es nombrado oficial de Intendencia y condecorado con la Cruz de Hierro de segunda clase. Lo trasladan a la Sección VI del Ministerio bávaro de la Guerra, que ponen bajo su mando para desarrollar actividades de vigilancia de la prensa de izquierdas y de censura. 

Dotado de una capacidad de formulación brillante y potente en su lengua, Schmitt publica en 1919 “Romanticismo político” y dos años más tarde “La Dictadura”, ambos trabajos son muy bien recibidos sobrepasando ampliamente los círculos especializados en Derecho. 

A partir de 1920, Carl Schmitt reflexiona sobre el régimen presidencial y las modalidades constitucionales que permiten el desarrollo de la República de Weimar. Trabaja especialmente en el artículo 48 de la Construcción de Weimar. Se le considera el campeón de la democracia plebiscitaria y el pensador de la ‘dictadura política legítima’. Piensa que para salir de la situación política de excepción, en la que se encuentra sumergida la República de Weimar, hace falta un hombre fuerte a la cabeza de un Estado homogéneo, que sepa tomar decisiones aprobadas directamente por el pueblo unido en una Nación. Schmitt establece la piedra angular de la teoría política en la relación ‘amigo-enemigo’, lo que obliga a determinar quién es el enemigo entre los propios ciudadanos. Eso conduce al desarrollo de una filosofía de la decisión de urgencia, de la guerra y del combate, inspirada de alguna manera en las nociones del mal y del Anticristo.

En 1921, inicia su carrera docente en la Escuela de Negocios de Munich, pasando poco después a impartir clases en las Universidades Greifswald primero y de Bonn después. En esta ciudad conoce a un grupo de jóvenes católicos y a dos teólogos eminentes, uno católico, Karl Eschweiler, y otro  evangélico, que más tarde se convertiría al catolicismo, Erik Peterson, quienes le despiertan su interés por los temas del Derecho canónico. Schmitt publica sus reflexiones en “Teología política” y “Catolicismo romano y forma política”, la segunda edición de este último con imprimatur. 

En 1924, aparece el primer escrito de Schmitt explícitamente político con el título Die geistesgeschichtliche Lage des heutigen Parlamentarismus (“Estado histórico y espiritual del parlamentarismo de hoy”).  

Asimismo en 1924 el Juzgado de Bonn anula el matrimonio de Carl Schmitt con Pawla Dorotić. La iglesia católica, sin embargo, no lo disuelve. En 1926 Carl Schmitt contrae matrimonio civil con otra serbia, antigua alumna suya, Duška Todorović, quince años más joven que él. La iglesia católica lo excomulga. Schmitt que había sido un católico devoto, rompe con la iglesia y empieza a describirla como fuera de lugar.

En 1928, Schmitt publica su trabajo científico más relevante Verfassungslehre (“Teoría de la Constitución”), donde aborda un análisis jurídico sistemático de la Constitución de Weimar, creando junto a la teoría clásica del Estado una nueva disciplina independiente del Derecho público: la Teoría de la Constitución.

Schmitt muestra muy temprano su talento artístico y acomete algunas tentativas literarias que agrupará bajo el título Die große Schlacht um Mitternacht (“El gran combate de medianoche”)Es considerado como un miembro de la ‘Bohemia suaba’. Redacta una memoria sobre el poeta bien conocido en la época Theodor Däubler. Y tanto en Munich como en Estrasburgo, Schmitt frecuenta los medios artísticos de vanguardia. Admira a Gottfried Benn y le atrae el expresionismo. Se declara dadaísta antes de que Dada fuera reconocido y se considera amigo del poeta y editor Franz Blei, de Robert Musil y de Franz Kafka, así como de uno de los fundadores del dadaísmo: Hugo Ball, quien le presentaría a Hermann Hesse. Carl Schmitt es a la vez jurista esteticista y escritor politizante. Mantiene lazos de amistad con los escritores líricos de la época, como el poeta del catolicismo político Konrad Weiss, con Ernst Jünger, de cuyo tercer hijo sería padrino, y del pintor y escritor Richard Seewald. Carl Schmitt coleccionará obras de arte a lo largo de toda su vida.

En 1928, Schmitt es nombrado profesor en la Universidad Superior de Comercio de Berlín, aunque suponga un retroceso en su carrera académica, pero deseaba entrar en el núcleo político berlinés, que no consigue. Es cuando desarrolla su teoría del núcleo intocable de la Constitución, en contra de la opinión dominante. También se interesa por las teorías económicas en boga y defiende un Estado fuerte que debe apoyarse en una economía libre. Schmitt tropieza con las ideas del ordoliberalismo que se convertirá en neoliberalismo. Traba amistad con uno de los pensadores más notables, Alexander Rüstow, quien más tarde sería muy crítico con Schmitt. Al pluralismo de los intereses particulares, Schmitt opone la unidad del Estado que, según él, está representada por el presidente del Reich, elegido por el pueblo. Mientras vive en Berlín, publica Der Begriff des Politischen (“El Concepto de Política”), que será reeditada en varias ocasiones, Der Hüter der Verfassung (“El Guardián de la Constitución”), y Legalität und Legitimität (“Legalidad y Legitimidad”). Sobre este último libro, Otto Kircheheimer, prestigioso jurista experto en constitucionalismo,  escribe en 1932: “Cuando en una época futura  se examine la contribución intelectual de nuestra época, el libro de Carl Schmitt sobre la legalidad y la legitimidad se distinguirá tanto por su regreso a los fundamento de la teoría como por sus conclusiones finales”. 

Schmitt se aproxima a las corrientes reaccionarias y antiparlamentarias. La Constitución de Weimar, dice, debilita al Estado por culpa del liberalismo neutralizante y de que no es capaz de afrontar el nacimiento de la democracia en masa. Y añade: el liberalismo no es ni más ni menos que la indecisión organizada. Schmitt identifica dos movimientos opuestos: el sindicalismo revolucionario de los movimientos de los trabajadores y el nacionalismo del fascismo italiano, que considera como una locura que crítica el fundamento del liberalismo como una forma de dominación. Schmitt prefiere la marcia su Roma, cuando el 28 de octubre de 1922 los fascistas italianos de Mussolini avanzaron hacia Roma para impresionar al gobierno liberal. 

Según Schmitt, solamente el fascismo y el comunismo han intentado romper el principio constitucional del siglo XIX, para dar cabida a los grandes cambios experimentados en las estructuras económicas y sociales. Y precisamente los países en vías de industrialización, como Rusia e Italia, pueden darse una constitución económica moderna. 

Nace en 1931 Anima Schmitt, única hija de Carl y Duška.

En 1932, durante una conferencia bajo el lema ‘Estado fuerte y economía sana’, que tuvo lugar delante de las industrias, Schmitt defiende una despolitización activa del Estado y un regreso a las esferas estatales.

La familia Schmitt se traslada a Colonia, donde Carl imparte enseñanza en la Universidad de Colonia hasta 1933, en que lo hará hasta 1945 en la Universidad de Berlín.

Al día siguiente del nombramiento de Hitler como Canciller de Alemania, Schmitt proclama: “Se puede decir que Hegel ha muerto”. El 1 de mayo de 1933, Carl Schmitt se une al partido nazi. Pocos días después participa en la quema de libros escritos por autores judíos. En el mes de julio de ese mismo año Hermann Göring lo nombra Consejero de Estado para Prusia y en noviembre accede a la presidencia de la Unión de Juristas Nacional Socialistas. Schmitt sustituye al profesor Hermann Heller en la Universidad de Berlín hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. En su cátedra, Schmitt defiende la fundación ideológica de la dictadura nazi y justifica filosóficamente la idea de un Führer a partir del concepto de auctoritas. 

En junio de 1934, Schmitt fue nombrado editor-jefe del periódico nazi de los abogados, Deutsche Juristen-Zeitung, y un mes más tarde publica un artículo titulado Der Führer schützt das Recht (“El Führer protege la Ley”) para justificar los asesinatos políticos acaecidos en “La Noche de los Cuchillos Largos” bajo las órdenes de Hitler, investido de la “forma más alta de administrar la justicia” (höchste Form administrativer Justiz). Schmitt se definía como antisemita radical y en la Convención de Profesores de Derecho, celebrada en Berlín en octubre de 1936, en su condición de su presidente, exigió la limpieza del Derecho alemán de la influencia del espíritu judío y que a partir de ese momento todos los libros publicados por científicos judíos llevasen una marca para su identificación como tales.

Sin embargo en diciembre de 1936 la publicación de las SS, Das schwarze Korps, acusó a Schmitt de ser un oportunista, católico y pensador hegeliano, que en escritos anteriores criticaba las teorías raciales de los nazis. Poco después, Schmitt renunciaba a su cargo de Reichsfachgruppenleiter (Jefe del Grupo Profesional del Reich), aunque mantuvo su puesto de profesor en la Universidad de Berlín y su título de Consejero de Estado para Prusia. Continuó siendo investigado en 1937, hasta que Göring detuvo las pesquisas. Aunque fuera ya del primer plano de la vida pública, su fuerte compromiso con el régimen de Hitler hizo que se le considerara el "Kronjurist" del Tercer Reich.

El 30 de abril de 1945, Carl Schmitt fue detenido por las tropas soviéticas y, tras un corto interrogatorio, es puesto en libertad. El 26 de septiembre lo arrestan las tropas estadounidenses y permanecerá internado en distintos campos de concentración hasta el 10 de octubre de 1946. Seis meses más tarde, es de nuevo detenido y trasladado a Nuremberg, donde permanecerá en prisión desde el 29 de marzo hasta el 13 de mayo de 1947. El Fiscal general Robert Kempner querría interrogarlo como imputado potencial por su “participación directa o indirecta en la planificación de la guerra de agresión y de los crímenes de guerra contra la Humanidad”. Schmitt se defendió calificándose de científico puro o aventurero intelectual que corrió riesgos en nombre del conocimiento. Kempner le preguntó: “¿Y qué hizo usted al conocer la muerte de millones de personas?”. Y Schmitt replicó: “El cristianismo también se saldó con la muerte de millones de personas”. Durante las casi siete semanas de detención en la cárcel de prisioneros de guerra,  Schmitt escribió algunos textos cortos como el capítulo “Verdad de la celda” correspondiente al volumen, Ex captivitate salus. Erinnerungen der Zeit 1945/47, que se publicó en 1950. También en ese tiempo, Kempner le planteaba cuestiones como cuál era el estatuto de un ministro del Reich o del Jefe de Cancillería o incluso cuáles eran las razones para que los funcionarios hubieran seguido a Hitler.

Tras su liberación, Schmitt se refugió en su ciudad natal de Plettenberg. No se arrepintió de su papel en la creación del Estado nazi y rehusó cualquier intento de ‘desnazificación’, impidiendo de esta forma su reincorporación a los puestos académicos. Publica con el pseudónimo de de Walter Haustein diversos escritos, como Der Nomos der Erde (“El Nomos de la Tierra”), Theorie des Partisanen. Zwischenbemerkung zum Begriff des Politischen (“La Teoría del Partisano”) y Politische Theologie II. Die Legende von der Erledigung jeder Politischen Theologie (“Teología Política II”). 

A partir de 1950, y aún en esta situación de aislamiento de las comunidades universitarias y políticas, él siguió estudiando Derecho internacional y recibiendo hasta edad bien avanzada a colegas universitarios y a jóvenes intelectuales. Entre ellos, Ernst Jünger, Jacob Taubes y Alexander Kojève. 

También en 1950 falleció su primera esposa, Pawla Dorotić, y la Iglesia católica le levantó la excomunión. 

A partir de los años ’50, Enrique Tierno Galván mantiene una intensa correspondencia con Carl Schmitt para poner en marcha el criptomarxismo europeísta del boletín de su cátedra de derecho político en Salamanca. Ya como alcalde de Madrid felicita a Schmitt en su 90º cumpleaños.

En 1952 el gobierno de la República Federal de Alemania concede a Carl Schmitt una pensión y le permite participar en la Unión alemana de profesores de Derecho, pero manteniendo la prohibición de enseñar.

En 1957 su hija Anima se casó con el prestigioso catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago de Compostela, Alfonso Otero Valera, miembro de Falange española, con quien Carl Schmitt intercambiaba correspondencia. Estas cartas y otros trabajos de Carl Schmitt fueron traducidos al español por su hija Anima Schmitt de Otero. 

En 1962, Carl Schmitt viajó a España para dar conferencias, dos de las cuales fueron publicadas al año siguiente con el título “Teoría del partisano”. Su tesis giraba en torno a la caracterización de la guerra civil española como una ‘guerra de liberación nacional contra el comunismo internacional’. Schmitt consideraba al partisano como un fenómeno significativo que, durante la segunda mitad del siglo XX, dio origen a una nueva teoría bélica. En ese año, Manuel Fraga Iribarne, en su condición de Ministro de Información y Turismo,  nombró a Carl Schmitt miembro del Instituto de Estudios Políticos de España. 

Carl Schmitt falleció en la clínica evangélica de Plettenberg el domingo de Pascua, 7 de abril de 1985, con casi 97 años, de esclerosis en placas. Su enfermedad le provocaba episodios obsesivos cada vez más largos y brotes paranoicos, sintiéndose perseguido por su propia voz y por ondas sonoras. Su demencia le lleva a imaginarse micrófonos ocultos donde se encontrase. Fue enterrado  en el cementerio católico de su ciudad natal.

06.11.2019/MAG/31.03.2022





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